La celulitis aparece como consecuencia de la acumulación de tejido
adiposo en diferentes zonas del cuerpo. Como consecuencia de esos depósitos, en
la piel aparecen pequeños bultos irregulares que se conocen con el nombre de “piel de naranja”. Las zonas más afectadas son los muslos,
abdomen, caderas y nalgas. La celulitis
se puede presentar de forma generalizada o localizada en una zona concreta.
Puede ser una celulitis blanda, dura
o incluso edematosa.
Los factores que se relacionan con la aparición de la celulitis son:
- · Factores hereditarios
- · Factores raciales: hay mayor incidencia en la raza blanca y negra que en la asiática.
- · Factores hormonales: pubertad, embarazo, menopausia o la toma de anticonceptivos hormonales pueden provocar su aparición o su empeoramiento.
- · Sedentarismo: favorece la mala circulación y la retención de líquidos.
- · Alimentación: grasas saturadas y la sal favorecen su aparición.
- · Factores secundarios: estrés, uso de tacones altos, ropa ajustada, entre otros.
La celulitis se puede prevenir.
Siguiendo unos consejos básicos de vida saludable será más difícil su
aparición:
- · Realizar actividad físicia.
- · Llevar una dieta saludable y variada, con un alto consumo de frutas y verduras.
- · Disminuir el consumo de alcohol.
- · Evitar el tabaco.
- · Reducir el consumo de café.
- · Evitar usas prendas de ropa muy ajustadas.
- · En la ducha alternar agua fría con agua caliente con el fin de activar la circulación sanguínea.
- · Beber agua.
Aunque la incidencia de la celulitis es mayor en mujeres que en
hombres, ellos también la padecen. Dado que la piel del hombre no es igual que
la de la mujer, los productos para tratar la celulitis no pueden ser los
mismos. En los hombres, la acumulación del tejido adiposo es mayor en la zona
del abdomen. Por eso no es de
extrañar que la mayoría de los productos anticelulíticos masculinos tengan como
imagen la zona superior del cuerpo.
Los anticelulíticos llevan en su
fórmula ingredientes que favorecen
la lipolisis (rotura de la grasa). Existen diferentes alternativas según su
acción térmica. Los hay que aportan calor en la zona donde se aplica, y los hay
con efecto frío. Se ha comprobado que los cambios de temperatura en la piel
favorecen la circulación sanguínea, evitando así la acumulación del tejido
adiposo.
Otra diferencia de los anticelulíticos
masculinos frente a los femeninos es en relación a su textura y formulación.
Dado que la piel del hombre suele presentar más vello que la de la mujer, estos
productos se presentan en textura gel-crema. Una untuosidad más ligera
favoreciendo así su aplicación y absorción. Suelen tener unos aromas y perfumes
más ligeros que los de la mujer, con fragancias frescas y casi imperceptibles.
La celulitis se puede evitar y
se puede combatir. El secreto está en encontrar el producto que mejor se adecúe
en cada caso y, sobre todo, en la constancia
de su aplicación.
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