La Rosácea es una afección crónica de la piel que provoca un
enrojecimiento de la misma, llegando en ocasiones a hinchazón o úlceras en la
zona afectada. Su causa es desconocida. Las personas más propensas a sufrirla
son mujeres con edades comprendidas
entre 30 y 50 años y piel clara.
Sus síntomas más característicos son:
· Enrojecimiento de la cara.
· Tendencia a sonrojarse o
ruborizarse con facilidad.
· Muchos vasos sanguíneos
aracniformes en la cara.
· Nariz roja.
· Erupciones cutáneas similares al
acné.
· Sensación de ardor o de picazón
en la cara.
Durante el invierno suele haber un empeoramiento en los casos de rosácea. Esto
es debido a que la piel se encuentra más expuesta al frío (caminar por la calle, practicar deportes de invierno como el
ski) y a los cambios bruscos de
temperatura (calefacciones, ingesta de alimentos demasiado calientes como
el café, te o las sopas).
¿Cómo combatirla? Lo ideal es mantener la piel bien hidratada, se debe beber la
suficiente agua (al menos dos litros al día), evitar el alcohol y los cambios
bruscos de temperatura. Existen cremas
específicas para tratar la rosácea que nos ayudarán a combatir estas
molestas rojeces en nuestra cara. Un ejemplo de algunas de ellas son:
· Crema antirojeces de Eucerin.
· Rosaliac UV de La Roche Posay.
· Sensibio AR de Bioderma.
Lo ideal es aplicar estas cremas
dos veces al día, tras una buena limpieza de nuestra piel. Debemos tener mucho
cuidado a la hora de limpiar la zona afectada para no agravar las lesiones. No se recomienda exfoliar la zona afectada.
¿Cómo disimularla? El maquillaje puede ser un gran aliado a la hora de disimular las
rojeces. Pero debemos tener cuidado y elegir uno específico para nuestra piel.
Los correctores de maquillaje color verde fueron los primeros elegidos para
disimularlo. Sin embargo, se ha visto que dejan un tono de la piel nada
agradable, por lo que no se aconseja su uso. Es mejor utilizar correctores normales acorde con nuestro
color de piel. El maquillaje debe ser “Oil
free” para que no nos aporte un exceso de grasa en la zona lesionada, lo
que agravaría la lesión.
El invierno es una época que
afecta mucho a nuestra piel. Siguiendo unos pequeños consejos saludables
conseguiremos que nuestra piel no pierda su condición natural y presente un
aspecto muy saludable durante todo el año.
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