Buscar este blog

viernes, 21 de noviembre de 2014

Beneficios de una higiene bucal completa

Seguimos con nuestra serie de post sobre la higiene bucal y la importancia que ésta tiene sobre nuestra salud. La semana pasada os hacíamos un pequeño resumen a la hora de elegir un cepillo para nuestra higiene. Tal y como os explicábamos en dicho post, tanto los cepillos eléctricos como los manuales son igual de efectivos siempre y cuando utilicemos una técnica de cepillado correcta. 

No existe una técnica de cepillado que sea igual de efectiva para todo el mundo. La técnica de cepillado recomendada es aquella que elimine la placa formada en la superficie de los dientes y en el espacio existente entre ellos, de una forma cómoda, en un tiempo adecuado y sin causar ningún tipo de lesión en los tejidos.

En este post queremos centrarnos en una de las partes de nuestra cavidad bucal que suele tener una higiene un poco más deficitaria. Nos estamos refiriendo especialmente al espacio que queda entre las piezas dentales y donde se suelen acumular muchos restos de alimentos. Dichos restos son el sustrato ideal para las bacterias que habitan en la boca, con el consiguiente peligro de sufrir afecciones bucales como la caries, la gingivitis o la periodontitis.





Para limpiar los espacios interpoximales, es decir los espacios entre los dientes, utilizaremos los hilos o las sedas dentales. Si el hueco entre las piezas es muy amplio podremos utilizar los cepillos interproximales. Elegiremos aquellos cuyo cabezal mejor se adecue a este espacio. En caso de duda, es mejor elegir un cepillo con un cabezal un poco más pequeño con el fin de evitar lesionar el tejido o provocar que dicho hueco pueda hacerse un poco más grande. 
Es muy importante limpiar estas zonas al menos una vez al día, ya que representan el 40% de las superficies dentales. Por lo tanto, si no usamos las sedas dentales o los cepillos interproximales estaremos dejando sin limpiar casi la mitad de la boca.

Otros productos que se pueden utilizar para mejorar la limpieza bucal diaria son:
  • Limpiadores linguales: se debe limpiar la lengua desde atrás hacia delante, arrastrando así restos de comida, células muertas de la mucosa y bacterias allí presentes. Hay personas que les cuesta habituarse a este tipo de limpiadores por la sensación que les provoca (en algunos casos, incluso arcadas). Es importante empezar poco a poco, primero en la zona más próxima a los labios para ir incrementando poco a poco la superficie de raspado.
  • Irrigadores bucales: este tipo de irrigadores emiten un chorro directo de agua sobre la superficie y el espacio existente entre los dientes. Es muy importante adecuar la velocidad de salida del chorro. Si nos aplicamos mucha presión en la zona podemos lesionar el esmalte dental y las encías. Empezaremos por menos presión para ir incrementando paulatinamente. En el depósito del irrigador pondremos agua potable, a la que podremos añadir un colutorio específico para nuestra condición.
  • Colutorios bucales: este tipo de enjuagues ayudan a conseguir una higiene bucal completa, ya que reducen al volumen de la placa, evitan patologías y otro tipo de infecciones, aportando una sensación de frescor y buen aliento a nuestra boca. En el mercado existen muchos tipos de colutorios en función de las necesidades de cada paciente.
Por último, como dos últimas recomendaciones para tener una higiene bucal completa estarían el no abusar de los alimentos azucarados y acudir de forma regular al dentista

Para más información os invitamos a que conozcáis nuestra Sección de Higiene Dental de nuestra tienda on line. En ella encontraréis los mejores productos para vuestra higiene bucal diaria de una calidad muy alta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario