Febrero, el mes del amor por
excelencia. Cupido está revolucionando el ambiente con sus flechas de amor. La sangre
fluye por nuestras venas, se nos acelera el corazón y nuestras hormonas se
disparan. Todo esto hace que nuestro deseo sexual se vea aumentado.
En ocasiones las relaciones
sexuales no son todo lo placenteras que cabría esperar. Factores como la
sequedad vaginal en la mujer, pueden hacer que el acto sexual se convierta en
todo menos placentero. En el mercado existen productos destinados a favorecer
las relaciones sexuales. Entre ellos los lubricantes íntimos son uno de los más
demandados.
¿Qué es un lubricante íntimo? El lubricante íntimo es un preparado especializado en reducir la fricción en
los genitales o en el ano en el momento de tener contacto íntimo en esas zonas.
¿Qué ventajas tiene el utilizar un lubricante íntimo? Están son las ventajas de
utilizar un lubricante:
- Nos ayuda a combatir la sequedad vaginal que se produce en las mujeres debido a cambios hormonales (menopausia, embarazo) o debido a irritaciones en la zona vaginal.
- Ayuda a disminuir la sensación de dolor durante la penetración que se produce por una falta de lubricación en la zona.
- Es fundamental en prácticas como el sexo anal, pues el ano no lubrica de forma natural.
- Favorece la protección contra las infecciones de transmisión sexual y la prevención de embarazos no deseados, pues al garantizar penetraciones más suaves se reducen las posibilidades de que el preservativo se pueda romper.
- Ayuda a intensificar las sensaciones durante la penetración, haciendo que el sexo sea mucho más placentero.
¿Qué lubricante elegir? Existen dos tipos de lubricantes: de base oleosa y de base acuosa.
Un lubricante de base oleosa es
una mezcla de gelatina y aceite mineral. Debido a su base oleosa, no se diluye
ni se descompone al contacto con los fluidos corporales, como sí ocurre con los
productos de base acuosa. Otra severa desventaja de estos preparados es que
ataca al látex, quitando eficacia al preservativo. Es por todo esto por lo que
su uso se está viendo reducido optando por los lubricantes de base acuosa.
Un lubricante de base acuosa es
hidrosoluble (miscible en agua) e irrita generalmente menos las mucosas y demás
superficies del cuerpo. No provocan reacciones alérgicas ni predisponen a
infecciones. Son muy cómodos de utilizar ya que se retiran con facilidad y no
manchan. Son compatibles con el uso de preservativos de látex. La única
contraindicación que tienen es que no pueden utilizarse durante los juegos
sexuales en el agua (bañeras, piscinas), dado que se disuelven en el agua.
Los lubricantes con sabor aportan
aromas afrutados y sabores a la hora de practicar sexo. Son ideales para la práctica
del sexo oral, ya que los sabores dulces proporcionan más salivación y camuflan
posibles sabores desagradables.
Hay lubricantes con efecto calor,
que ayudan a sensibilizar la zona más íntima e incrementar así el placer.
También los hay de efecto frío, que proporcionan un agradable cosquilleo que
ayuda a realzar y estimular los sentidos.
Existen también lubricantes
específicos para relaciones con sexo anal. Su textura es más espesa y su
fórmula más duradera, ya que en la zona anal no hay lubricación natural como
sucede en la vagina.
Las relaciones sexuales no
tienen por qué ser molestas ni dolorosas, sino todo lo contrario. Han de ser
placenteras para ambas partes. Los lubricantes íntimos pueden ayudar a
conseguirlo. Tu farmacéutico puede asesorarte el producto más adecuado y cómo
usarlo con efectividad y seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario