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martes, 9 de septiembre de 2014

Recupera tu piel tras el verano

Durante el verano solemos cometer muchos excesos de los que nos vemos privados el resto del año. Abusamos de ciertas comidas y bebidas, nuestras jornadas de ocio se alargan hasta altas horas de la noche, y nuestra piel se ve expuesta a un mayor número de horas de sol. 

El sol es el principal agente causante del envejecimiento prematuro de la piel. Una exposición solar sin protección o un elevado número de horas solares sin la adecuada renovación del protector solar, pueden provocar la aparición de pequeñas lesiones en nuestra piel. Una de las lesiones más características es la aparición de manchas solares. Manchas que, en algunos casos, son muy difíciles de tratar. Por eso es muy conveniente evitar su aparición.

Otro de los daños más significativos que tiene el verano sobre nuestra piel. es la deshidratación. Esta deshidratación se manifiesta con la aparición de arrugas muy pequeñas y muy finas, como consecuencia de la rotura cutánea provocada por la falta de hidratación.

Tras el verano, estos daños se vuelven muy significativos. Además de cuidarnos la piel durante el verano, con un adecuado protector solar, una crema muy nutritiva aplicada por la noche para recuperar esa pérdida de hidratación, y el uso de sombreros para evitar exponernos a un mayor número de radiaciones solares, es conveniente que tras el verano sometamos a nuestra piel a una "puesta a punto". Con el fin de recuperar su estado inicial y que vuelva a lucir de forma radiante y brillante.

Hoy os hemos querido traer a nuestro blog un decálogo sobre cómo tratar la piel tras el verano, decálogo elaborado por la Doctora Alejandra Luna, experta en medicina estética antiaging. Estos son sus 10 consejos básicos para recuperar nuestra piel tras el verano:

1. Limpieza facial todo el año, incluso en verano. Se recomienda hacer una exfoliación suave una vez por semana.

2. En caso de que nos hayan aparecido manchas solares, conviene hacer un peeling para poder eliminarlas. No obstante, este tratamiento deberá hacerse una vez que se hayan pasado los efectos del bronceado en nuestra cara, con la piel clara.

3. Recuperar la hidratación de la piel con tratamientos específicos como la mesoterapia. En este caso el ácido hialurónico es el producto más indicado para ello.

4. Utilizar cremas regeneradoras y con fuerte poder hidratante, y si llevan un protector solar mucho mejor. 

5. Hidratación interna en nuestro organismo. Debemos ingerir grandes cantidades de agua y zumos para reponer la pérdida de agua sufrida durante el verano. 

6. Llevar a cabo una dieta equilibrada donde las frutas y las verduras sean las grandes protagonistas. Además de proporcionarnos un extra de hidratación, van a ser una fuente inmejorable de vitaminas, minerales y antioxidantes, elementos todos necesarios para recuperar y proteger el estado natural de nuestra piel.

7. Incluir en nuestra alimentación la Vitamina E, como antioxidante. Esta vitamina se encuentra presente en alimentos como las nueces, almendras y espinacas, entre otros.

8. Aplicar siempre el protector solar media hora antes de exponernos al sol. Este protector lo debemos utilizar todo el año, incluso los días nublados.

9. El uso de maquillajes fluidos con protector solar y oil free nos ayudarán a proteger nuestra piel durante el verano. 

10. Los prolongadores y estimuladores del bronceado favorecen la producción de melanina en ausencia de radiación UV, por lo que nuestro bronceado durará más tiempo sin necesidad de exponernos al sol.

Como podéis ver, son unos consejos muy básicos, de sentido común, y my fáciles de cumplir. No hay excusas para no lucir una piel radiante tras las vacaciones. 

Imagen Revista Semana

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